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domingo, 22 de septiembre de 2013

Comprar en el supermercado...

Ya llevamos aquí casi cuatro semanas, y cada día sigue siendo una aventura, hasta ir al supermercado. De hecho, en este mismo instante en que escribía esto, mi madre me acaba de escribir por un mensaje privado de facebook lo siguiente:

Maria Adriana
recién veníamos de caminar con papá y pensábamos que aún no hace un mes que te fuiste y todas las cosas que te pasaron ya!!!!!

¿Veis? No miento :P

Como comenté en un post anterior, en Szeged hay varios supermercados conocidos en España, como Aldi o Lidl. También hay Tesco (muy parecido al Carrefour), y Spar, y también hay varias tiendecitas pequeñas que se suelen llamar ABC :) También en Szeged hay un mercado de comida genial, ¡me encanta!

Foto del mercado de Szeged. 

Vendedores simpáticos que dibujan sonrisas :)


Más o menos venden el mismo tipo de comida, aunque quizás se nota la diferencia entre la variedad de verdura y fruta que tiene España. Pero bueno, lo que hace de ir a comprar una aventura, es que todas las instrucciones y etiquetas de cada producto suele estar en húngaro, checo, serbio, polaco y otros idiomas...y si tenemos suerte en rumano, que al menos podemos entender alguna palabra :)

Parece una tontería, pero nunca me había dado cuenta de la importancia de las etiquetas e instrucciones! Tenemos varios productos de limpieza en casa y nunca estamos muy seguras de para qué sirven o de cómo se utilizan. También, el primer día pasamos 30 minutos intentando descifrar qué era suavizante y qué era detergente...  (el truco de las flores en el envase del suavizante no era tan obvio, ¡lo prometo!) y al llegar a casa no sabíamos cómo hacernos la sopa de sobre porque no entendíamos las instrucciones !!! 

Muertas de risa, traduciendo las instrucciones de la sopa en Google Translator.
Nota: ¡Google translator no sabe traducir de húngaro a español! Ni media frase tiene sentido...

Y... ¿la palabra más útil que hay que conocer del húngaro? Picante. Sí... ¡picante! O al menos, saber que hay un tipo de pimiento verde muuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuy picante. Pusimos uno en la ensalada... impregnó toda la lechuga, el tomate y los demás componentes de un picor increíble, y como estaba en todas partes no sabíamos si era el aceite... o la sal... después de unos 10 minutos nos dimos cuenta de que era el pimiento verde que tan simpática e inocentemente habíamos comprado en el supermercado :) jaja

Hicimos un concurso en Facebook entre nuestros amigos, ya que sacamos fotos a los tres sospechosos principales del picor de la ensalada... La gente va muy sobrada y adivinó en seguida, pero no era tan obvio porque el aceite de oliva aquí es caro y compramos el más barato... y la sal tenía puntitos negros muy sospechosos... 








Sin más por ahora, o mejor dicho, con mucho más para contar, pero más adelante :)

Viszlát!

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